El pasado 5 de noviembre, para el Dr. Daniel Burke quedará marcado como un día muy importante. Esa mañana, en la plaza San Pedro, el Papa Francisco recibía a una delegación de abogados argentinos, y nuestro Presidente tuvo el honor de formar parte de ella.

“Las palabras para describir ese momento no alcanzan”, expresa el Dr. Burke cuando habla del viaje que contó con una nutrida agenda institucional y fue coronado por esta visita tan especial.

Luego de ofrecer su tradicional Audiencia, ante una plaza colmada como cada miércoles, Su Santidad saludó y bendijo a todos los peregrinos y en especial a los de lengua española y a los argentinos, lo cual generó en gran parte de la multitud una emotiva ovación.

Con la sencillez que lo caracteriza, el Papa Francisco, fue acercándose a cada uno de los invitados, brindándole un cálido saludo, bendiciones y recibiendo la gran cantidad de obsequios que le acercaban.

Nuestro Presidente, estaba allí esperando con ansiedad el encuentro, y hoy, pasada ya una semana, lo describe y no puede evitar emocionarse: “es increíble, se acerca, te escucha, te habla como si lo conocieras de toda la vida. Le conté de la Caja de Abogados y pude mantener unos minutos de conversación, donde Su Santidad me expresó la importancia del rol de los abogados en ayuda de los más desposeídos y bendijo especialmente a los jubilados y al personal de la Caja, fue un momento inolvidable”.

Además, nuestro Presidente, aprovechó la ocasión para acercarle cartas que le habían hecho llegar jubilados y colegas, una placa en donde se expresaba el apoyo que la abogacía bonaerense había brindado a su postulación como Premio Nobel de la Paz y por último una misiva en donde la Caja ofrece, para las obras apostólicas de la Santa Sede, el suministro de medicamentos para ser destinadas noblemente por Su Santidad.

El trabajo en unidad fue el mensaje del Papa en la Audiencia de ese miércoles, un mensaje que el Dr. Burke marca como pilar para que la Caja crezca cada vez más.